La historia desconocida de Colapinto y la carnicería: “Franco se olvidó el pollo y…” :: Olé

San Andrés de Giles es una ciudad tranquila, ubicada entre San Antonio de Areco, Carmen de Areco, Mercedes y Luján, a 108 kilómetros del Obelisco porteño y con una población de 26.510 habitantes. Sin embargo, hace unos días fue el centro de una revolución. Franco Colapinto, garantía de euforia y descontrol en cualquier lugar al que va, se hizo presente en un supermercado local, compró carne -y metió selfie con quien se la entregó-, lo rodearon para sacarse fotos y la noticia dio la vuelta al mundo.

“Al carnicero lo tienen loco; lo llaman de todos lados, hasta de España”, contó Ignacio Romeo, dueño de la cadena Supermercados Romeo, donde se originó esta simpática historia. En diálogo con Olé, tanto él como Nubile Maggi, el carnicero más solicitado del país, revelaron algunos detalles inéditos. Sin ir más lejos, el piloto de Alpine se olvidó del pollo que compró y hubo devolución…

Nacho, como lo llaman sus allegados, estaba jugando al pádel al momento de la visita de Franco. Se sorprendió por la cantidad de notificaciones que explotaron su celular, pero no por las figuras que visitaron su establecimiento. Después de todo, hay una relación construida: “ Lo conozco a Aníbal (NdeR: el padre), que vive acá en Giles. Es cliente nuestro, formamos una amistad cuando hizo la campaña de Bahía Blanca; vos venías al súper, comprabas un bidón de agua y nosotros regalábamos otro. Compartimos asados, siempre nos vemos en la Peña del 43 y vamos al mismo taller, que es al que iba Fran de chiquito”.

Partiendo de la buena relación que tienen, Romeo se contactó con el mayor de los Colapinto y contó una secuencia que hasta este momento se desconocía: “Llamé a Aníbal para agradecerle por haber venido al súper y me dijo que no había nada que agradecer, que fueron a comprar un pedazo de pollo y se lo olvidaron. Le dije que se lo alcanzaba y me respondió que iba a pasar por una sucursal que tenemos cerca del campo. De la nada, me llama y me dice: ‘Vení, que estoy con Franco, charlamos un rato y te sacás unas fotos’. Pasé a buscar una remera de Alpine, la llevé y me la firmó”.

Después de ese momento imborrable, Ignacio se tuvo que poner a trabajar. El paso del piloto por su supermercado, donde posó con una chocolatada que se hizo viral en las redes sociales, derivó en falta de stock: “ No quedó más. Al otro día ya no había, todos querían tomar. Que se pongan las pilas y le hagan publicidad, si en Giles todos toman, imaginate lo que sería en el resto del país”.

Esta es una parte de la historia. Quien se encargó de completarla fue Nubile, carnicero devenido en celebridad -soltaba una risa nerviosa cada vez que le hablaban de su fama repentina-. “Estoy resorprendido por todo esto”, comenzó el hombre de 60 años, que se autopercibe como un laburante de la “era vieja”, contó que siempre hay algo para hacer en su rubro y agregó que “si ves a uno sentado es porque no tiene ganas de trabajar, ja”.

Del encuentro con FC43, Maggi rememoró: “Eran las 20.30 de un viernes bastante movido. Estaba atendiendo a una señora con tres o cuatro nenas y escuché que una gritó: ‘¡Franco!’. De repente, aparecieron el padre y él. Ahí se me puso la piel de gallina”.

Aunque es fanático del automovilismo y no era un encuentro más para él, trató de mantener la compostura y atenderlo como a cualquier otra persona. “Les dije: ‘Hola, buenas tardes, ¿cómo les va?’, y el padre me saludó. No soy amigo, pero tenemos una relación por las veces que vino a comprar. Me pidió unas patas de pollo deshuesadas y un poco de asado, le di la carne y le pregunté si me podía sacar una foto con él. Me dijo que sí, pero no quedó ahí sino que me pidió el celular para sacarla él”, recordó. Según explicó, las redes sociales no son lo suyo y no tiene idea de cómo se viralizó, pero imagina que fue el boca en boca después de haberla publicado en su estado de WhatsApp.

Su nombre quedará ligado al de Colapinto, pero lo que muchos no saben es que este no es el primer ídolo con el que interactúa. Apasionado por la Fórmula 1, pero sobre todo por el Turismo Carretera, transmitió: “Soy súper fanático de Chevrolet, mi hijo también y vivimos a 70 kilómetros de Arrecifes. El día que Agustín Canapino salió campeón, se fue para los festejos, y al otro domingo, cuando ganó con las camionetas, fuimos los dos a la famosa parrilla de Quique. Lo tuvimos en la mesa de al lado. Sacamos unas fotos, porque era un quilombo de gente”.

Es el Supermercado Romeo, con 45 años de tradición en San Andrés de Giles. Pero para todos los demás, desde el 27 de diciembre de 2025, será recordado como el supermercado más fierrero del país.